Misterio original, final
misterio,
misterio personal que nos cobija,
oh diálogo de amor, jamás
callado,
eterno Dios, oh Dios de toda
vida,
¡oh santa Trinidad!
Oh Padre…, Padre…, Padre de los
cielos,
feliz quien te pronuncia, quien
te mira,
y al lado de tu Hijo, en tu
regazo,
se sabe tuyo y siente tu caricia,
¡oh santa Trinidad!
Oh Hijo, igual al Padre, Hermano
santo,
belleza y resplandor de su
sonrisa,
oh Verbo, Redentor con sangre
humana,
del Padre el corazón y la medida,
¡oh santa Trinidad!
Oh Espíritu, corona del secreto,
ultimidad donada, gracia viva,
deleite sustancial en Dios
persona,
amor que todo invade y santifica,
¡oh santa Trinidad!
Oh amable Trinidad que nos
creaste
y a verte cara a cara nos
destinas,
descubre tu presencia a nuestros
ojos
y en tu unidad reúne a tu
familia,
¡oh santa Trinidad!
Oh Dios en quien vivimos, te
alabamos,
oh sumo Dios, mayor que toda
dicha,
oh santa Trinidad, festín
celeste,
divinas Tres Personas, oh
delicia,
¡oh santa Trinidad! ■
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.
Jerusalén, en las I Vísperas
de
la solemnidad de la Santísima Trinidad,
(14 mayo 1986)