Sois la semilla que ha de crecer,
Sois la estrella que ha de
brillar,
Sois levadura, sois grano de sal,
antorcha que ha de alumbrar.
Sois la mañana que vuelve a
nacer,
sois espiga que empieza a granar.
Sois aguijón y caricia a la vez,
testigos que voy a enviar.
Id, amigos, por el mundo,
anunciando el amor,
mensajeros de la vida, de la paz
y el perdón.
Sed, amigos, los testigos de mi
Resurrección.
Id llevando mi presencia. ¡Con
vosotros estoy!
Sois una llama que ha de encender
resplandores de fe y caridad.
Sois los pastores que han de
guiar
al mundo por sendas de paz.
Sois los amigos que quise
escoger,
sois palabra que intento gritar.
Sois reino nuevo que empieza a
engendrar
justicia, amor y verdad.
Sois fuego y savia que viene a
traer,
sois la ola que agita la mar.
La levadura pequeña de ayer
fermenta la masa del pan.
Una ciudad no se puede esconder,
ni los montes se han de ocultar.
En vuestras obras que buscan el
bien
los hombres al Padre verán ■