Para los griegos, ascesis es
ejercicio, adiestramiento. La palabra procede del mundo del deporte y del mundo
militar. Tanto los deportistas como los soldados se adiestran. De ellos tomaron
los filósofos y los teólogos el término, al que dieron un sentido espiritual.
El ser humano también puede adiestrarse en actitudes interiores; por ejemplo,
en el dominio de uno mismo, en la valentía, en la mesura o en la justicia. La ascesis presupone una imagen positiva
del ser humano: éste no está determinado sencillamente por su pasado.
Cualquiera puede trabajar en él. El ser humano puede adiestrarse en el
desarrollo de su libertad interior; adquirir determinadas actitudes a través
del ejercicio. Hoy domina más bien una
visión pesimista y quejumbrosa: No se puede hacer nada. Ésa es la conclusión a
la que he llegado. En dicha actitud se prefiere culpar a otras personas. Ellas
son culpables porque tienen tales o cuales propiedades, opiniones e ideas, y
por eso no nos comprenden. Alguien se lamenta de haberse quedado corto y no
haber prosperado como otros en la vida. Pero se niega a asumir la
responsabilidad de sus acciones. ASCESIS significa: me reconcilio con aquel que
he llegado a ser. Pero también tengo ganas de crecer y trabajar en mí mismo
para desarrollar las facultades que Dios me ha regalado ■ A. Grün, Un largo y gozoso camino. Las
claves de mi vida, Edit. Sal Terrae, 2004.
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