Desde que me convertí al catolicismo... yo no sentí más ansiedad de corazón en cualquier forma. Yo ya me encontraba en perfecta paz y conciencia. Yo no volví a tener más dudas. Fue como volver a puerto después de una tormentosa travesía por el mar; y mi felicidad permanece desde ese día hasta hoy sin interrupción. J.H. Newman
No hay comentarios:
Publicar un comentario