León I el Magno o el Grande (390–461) fue el papa 45 de la Iglesia católica, desde
440 hasta el 461. Primero de los tres papas apodados «El Grande», León era hijo de
Quintianus y los datos históricos más antiguos lo sitúan como diácono en Roma
bajo el pontificado de Celestino I convirtiéndose en un destacado diplomático
con el papa Sixto III quien, a petición del emperador Valentiniano III, lo
envía a la Galia con la misión de resolver el enfrentamiento entre Aëcio, el
comandante militar de la provincia, y el magistrado Albino. En esta misión se
encontraba León cuando tras fallecer el papa Sixto III, el 19 de julio de 440,
conoce su elección como nuevo pontífice. Se dirige entonces a Roma donde es
consagrado el 29 de septiembre. Durante su pontificado se celebró, en 451, el
Concilio de Calcedonia que proclamó la divinidad y la humanidad de Cristo,
«consustancial al Padre por su divinidad, consustancial a nosotros por su
humanidad». El episodio más conocido de su pontificado fue su encuentro, en 452
en la ciudad de Mantua, con Atila, el rey de los hunos, quien había invadido el
norte de Italia obligando al emperador Valentiniano III a abandonar la corte de
Rávena y refugiarse en Roma. León convence a Atila para que no marche sobre
Roma logrando la retirada de su ejército tras la firma de un tratado de paz con
el Imperio Romano •
No hay comentarios:
Publicar un comentario