La pureza de
corazón es una total aceptación de nosotros y de nuestra situación como querida
por Dios. Esto significa la renuncia a todas las ilusiones sobre nosotros
mismos, toda estima exagerada de nuestras propias capacidades, para obedecer a
la voluntad de Dios como se nos presenta en los momentos difíciles d la vida en
su verdad exacta … (…) … La pureza del corazón es el reconocimiento iluminado
del hombre nuevo, como opuesto a las complejas y lamentables fantasías del
hombre viejo … (…) … ¿Acaso Dios impone un sentido para mi vida desde fuera, a
través de los acontecimientos, la costumbre, la rutina, la ley, un sistema, el
impacto de aquellos con los que vivo en sociedad? ¿O bien estoy llamado a
crearme desde dentro, con Él, con su gracia, un sentido que refleje su verdad y
que me haga su “palabra” hablada libremente en mi situación personal? Mi
verdadera identidad subyace en la llamada de Dios a mi libertad y en mi
respuesta a Él • T. Merton
No hay comentarios:
Publicar un comentario