Qué detalle,
Señor, has tenido conmigo
cuando me
llamaste, cuando me elegiste,
cuando me
dijiste que tú eras mi amigo.
qué detalle,
Señor, has tenido conmigo.
Te acercaste a
mi puerta y pronunciaste mi nombre.
Yo temblando
te dije: aquí estoy, Señor.
Tú me hablaste
de un Reino, de un tesoro escondido,
de un mensaje
fraterno que encendió mi ilusión.
Yo dejé casa y
pueblo por seguir tu aventura,
codo a codo
contigo comencé a caminar.
Han pasado los
años y aunque aprieta el cansancio
paso a paso te
sigo sin mirar hacia atrás.
Qué alegría yo
siento cuando digo tu Nombre,
qué sosiego me
inunda cuando oigo tu voz,
qué emoción me
estremece cuando escucho en silencio
tupalabra que
aviva mi silencio interior •
(citada ¡y
cantada! Por el Santo Padre Francisco
en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesus)
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