nEw-oLd-IdeAS

Déjate perseguir, pero tú no persigas. Déjate ofender, pero tú no ofendas. Déjate calumniar, pero tú no calumnies. Regocíjate con aquellos que se regocijan, llora con aquellos que lloran,
ese es el signo de la pureza...Sé amigo de todos, pero, en tu espíritu, permanece sólo  Isaac el Sirio

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Y entonces uno se queda con la Iglesia, que me ofrece lo único que debe ofrecerme la Iglesia: el conocimiento de que ya estamos salvados –porque esa es la primera misión de la Iglesia, el anunciar la salvación gracias a Jesucristo- y el camino para alcanzar la alegría, pero sin exclusividades de buen pastor, a través de esa maravilla que es la confesión y los sacramentos. La Iglesia, sin partecitas.

laus deo virginique matris


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