Seguimos el camino que trazan nuestros pasos en ese desierto siempre nuevo,
que es luz y es misterio. Y aprendemos, día a día, que el secreto más admirable
para obrar bien, para "actuar", para enseñar y decir lo que sea, es escuchar.
En efecto, la atención del corazón es la maestra que nos permite llegar adonde
no sospechamos... No olvidemos la paradoja. Si quieres mucho, abandona y deja.
¿Se trata de no sé qué o cuáles distancias? No es eso. Ni distancia, ni
no-distancia. Es trascender, transire
-decía Maister Eckhart, porque
"más allá" puede ser "más aquí". Recibe y así podrás dar.
Recibe y acoge el Amor de Dios y con Él alcanzarás lo que no sospechas ■ Ermitañourbano
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