Las coronas votivas eran ofrecidas por los reyes a Dios como entrega simbólica de su poder, y se colgaban
en las iglesias. Esta era una antigua
tradición oriental. El primer rey en hacer la ofrenda fue Recaredo, cuya corona fue robada por Paulo
para hacerse coronar en Narbona. La mas importante, que es de Recesvinto (vide infra),
fue depositada en Francia en el museo Cluny (Paris), aunque luego se recuperó también
para el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, done actualmente se conserva ■