Si de tu padre siempre
encontraste la mano,
si a tu madre nunca buscaste en
vano;
si nunca padeciste hambre,
ni la miseria fue tu compañera..
No tires la primera piedra.
Si nunca sufriste la injusticia
de insultos, condenas y malicias;
si nunca fuiste humillado,
ni en soledad mil veces has
llorado..
No tires la primera piedra.
Si nunca has conocida la locura,
ni estuviste sediento de ternura,
ni buscado en el fondo de un vaso
la forma de olvidarte de un
fracaso...
No tires la primera piedra.
Si nunca has contenido un sollozo
tumbado en el rincón de un
calabozo;
si nunca te tuviste que bajar
sin tan siquiera tener derecho a
hablar...
No tires la primera piedra ■
Pastoral Penitencial de la Conferencia
Episcopal Francesa