SEMANA SANTA 2013


En Betfagé nos unimos
para seguirle en su marcha;
subamos por la pendiente,
nos dan los olivos ramas;
con ellas demos victoria,
y nunca a esos ojos lágrimas.

Del monte de los Olivos
se acerca a la Villa Santa;
ya baja por el Cedrón
y sube hacia la muralla,
abríos, puertas de oriente,
al Rey Mesías que avanza.

¿Qué le daremos al rey
que viene a darnos su gracia?
¡Oh Cristo, cuando tú veas
moverse las verdes palmas,
recibe los corazones
que a ti cual Rey se consagran!

Feliz la Iglesia te acoge,
te aclama en pura alabanza;
¡oh Redentor compasivo,
que vas a una muerte ingrata,
de amor será tu corona,
que amor con amor se paga!

¡Oh Cristo que nos visitas,
divina luz que nos baña,
por tu sangrienta victoria
y por tu fúlgida Pascua
a ti la gloria perenne
que el Padre te da en la Patria! 
Amén 

Belén, Domingo de Ramos, 1985. 
RUFINO MARÍA GRÁNDEZ (letra) 
– FIDEL AIZPURÚA (música), capuchinos.

Y entonces uno se queda con la Iglesia, que me ofrece lo único que debe ofrecerme la Iglesia: el conocimiento de que ya estamos salvados –porque esa es la primera misión de la Iglesia, el anunciar la salvación gracias a Jesucristo- y el camino para alcanzar la alegría, pero sin exclusividades de buen pastor, a través de esa maravilla que es la confesión y los sacramentos. La Iglesia, sin partecitas.

laus deo virginique matris


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