Estás buscando formas de encontrar a Jesús. Estás tratando de encontrarlo
no solo en tu mente sino también en tu cuerpo. Buscas su afecto y sabes que
este afecto involucra tanto a su Cuerpo como al tuyo. Se hizo carne por ti para
que pudieras encontrarlo en la carne y recibir su amor en la carne. Pero algo
queda en ti que impide este encuentro. Hay aún mucha vergüenza y culpa
estancadas en tu cuerpo, bloqueando la presencia de Jesús. No podrás encontrar
a Jesús en tu cuerpo mientras este siga lleno de dudas y temores. Jesús vino a
liberarte de estas ataduras y a crear en ti un espacio en el cual puedas estar
con Él. Quiere que vivas la libertad de los hijos de Dios. No desesperes
pensando que no puedes cambiar después de tantos años. Simplemente, entra en la
presencia de Jesús tal como eres y pídele que te de un corazón valiente en el
cual pueda estar contigo. Tú no puedes modificarte. Jesús vino para darte un
nuevo corazón, un nuevo espíritu, una nueva mentalidad, un nuevo cuerpo. Deja
que te transforme a través de su amor y, así, te posibilite recibir su afecto
en todo tu ser ■ Henri
Nouwen