Te sientes constreñido. Sueñas evasión. Pero defiéndete de los espejismos.
Para evadirte no corras, no huyas. Más bien excava este lugar estrecho que se
te ha dado: allí encontrarás a Dios y todo. Dios no flota sobre tu horizonte,
duerme en tu espesor. La vanidad corre, el amor excava. Si huyes fuera de ti
mismo, tu prisión correrá contigo y se estrechará con el viento de tu carrera:
si te adentras en ti mismo, ella se ensanchará en paraíso ■ Gustave Thibon (1903-2001)