A Ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
A ti levanto mis ojos,
por que espero tu misericordia.
Como estan los ojos de los esclavos,
fijos en las manos de sus señores,
así estan nuestros ojos fijos en el Señor,
esperando su misericordia.
Misericordia Señor, misericordia,
que estamos saciados de burlas;
misericordia, Señor, misericordia
que estamos saciados de desprecios.
Nuestra alma esta saciada del sarcasmo
de los satisfechos;
nuestra alma esta saciada del desprecio
de los orgullosos ■