Alzado en cruz de amor Jesús es Rey,
que a título de Rey es condenado,
el Rey de los Judíos, el Mesías,
el Rey del Universo, el Hijo amado.
De nadie sino suya es la corona
del reino del amor en Cruz ganado,
que nadie entre los hijos de los hombres
como él por sus hermanos ha luchado.
Que sean los pecados ya vencidos
peana de tu gloria, ¡oh ensalzado!,
y el mundo nuevo surja de tu pecho,
cual tú, mirando al Padre, lo has pensado.
Tu reino no es malicia ni violencia,
ni vences cuando el hombre es aplastado;
tu reino es comunión y casa unida
y paz del pecador reconciliado.
Y reinas ya, Jesús, como primicia
del reino que esperamos consumado;
abiertos nuestros ojos a la vida,
a ti te ven, ¡oh bello y coronado!
¡Jesús, Señor, medida y hermosura,
principio y fin de todo lo creado,
bendito eternamente, oh bien perfecto,
Rey nuestro, por nosotros aclamado!
Amén ■
Jerusalén, solemnidad de Jesucristo Rey del universo, 1985.
R. M. Grández, capuchino.