No podemos caminar con hambre bajo el sol.
Danos siempre el mismo Pan: Tu Cuerpo y Sangre Señor.
Comamos todos de este Pan, el Pan de la unidad.
En un Cuerpo nos unió el Señor por medio del Amor.
Señor, yo tengo sed de Tí, sediento estoy de Dios.
Pero pronto llegaré a ver el rostro del Señor.
Por el desierto el pueblo va cantando su dolor;
en la noche brillará Su luz, nos guía la Verdad.
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