En este Año Sacerdotal, cómo no recordar que especialmente nosotros, los sacerdotes, podemos reflejarnos en este texto de Juan, tomando el lugar de los apóstoles, cuando dicen: ¿Dónde podremos encontrar el pan para toda esta gente?". Y, al leer que el anónimo joven, que tiene cinco panes de cebada y dos peces, también a nosotros nos surge espontáneamente la pregunta: Pero, ¿qué es esto para una multitud así? En otras palabras, ¿quién soy yo? ¿Cómo puedo, con mis límites, ayudar a Jesús en su misión?". La respuesta la da el Señor: ¡al poner precisamente en sus 'santas y venerables' manos lo poco que son, los sacerdotes se convierten en instrumentos de salvación para muchos, para todos! ■ Benedicto XVI, Les Combes, 26.VII.2009
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