New-oLD-IdeAS


Quiero, Señor, perder el brillo,
quiero quedar opaco,
desgastado por el uso del amor.
Quiero ser como Teresa,
una rosa deshojada,
cuyos pétalos se lanzan a tu paso.

Y en ese vuelo efímero
cantar tus alabanzas
y después deshecho y olvidado,
no ser nada,
tan sólo para ti tener sentido.

Quiero, Señor, lanzar cada mañana un fíat generoso
y luego a cada tarde postrarme en tu presencia,
y humilde y confiado disculparme
de todas mis flaquezas, mis ausencias.

Quiero, Señor, quemar cada minuto de mi vida
menguando en tu servicio, de modo que tu crezcas.

Quiero, Señor, amar sencillamente,
amar como has amado,
sin nada que esperar a cambio de ese amor • 

Santa Teresita del Niño Jesús 

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Y entonces uno se queda con la Iglesia, que me ofrece lo único que debe ofrecerme la Iglesia: el conocimiento de que ya estamos salvados –porque esa es la primera misión de la Iglesia, el anunciar la salvación gracias a Jesucristo- y el camino para alcanzar la alegría, pero sin exclusividades de buen pastor, a través de esa maravilla que es la confesión y los sacramentos. La Iglesia, sin partecitas.

laus deo virginique matris


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