Sic transit gloria mundi es una locución latina que significa literalmente:
"Así pasa la gloria del mundo" y que se utiliza para señalar lo
efímero de los triunfos. El origen de la expresión parece provenir de un pasaje
de la Imitación de Cristo de Tomás de Kempis (1380 - 1471) en la que aparece la
frase "O quam cito transit gloria mundi" (Imitación de Cristo 1, 3,
6) ("Oh, qué rápido pasa la gloria del mundo"). La frase se utilizaba
durante la ceremonia de coronación de nuevos papas, en donde en cierto momento
un monje interrumpe el acto, muestra unas ramas de lino ardiendo y cuando se
han consumido dice "Sancte Pater, sic transit gloria mundi" (Santo
Padre, así pasa la gloria del mundo) recordando al Papa que a pesar de la
tradición y la grandilocuencia de la ceremonia, no deja de ser un mortal. También
se puede encontrar la expresión en muchos cementerios inscrita en la tumba de
personajes famosos o populares en su época ■