Vere dignum et iustum est,
æquum et salutare, nos tibi
semper et ubique gratias agere:
Domine, sancte Pater, omnipotens
æterne Deus.
Tu enim, sacramentum paschale
consummans, quibus, per
Unigeniti tui consortium, filios
adoptionis esse tribuisti, hodie
Spiritum Sanctum es largitus;
qui, principio nascentis Ecclesiæ,
et cunctis gentibus scientiam
indidit deitatis, et linguarum
diversitatem in unius fidei
confessione sociavit.
Quapropter, profusis paschalibus
gaudiis, totus in orbe terrarum
mundus exsultat. Sed et
supernæ virtutes atque angelicæ
potestates hymnum gloriæ tuæ
concinunt, sine fine dicentes:
Sanctus, Sanctus, Sanctus
Sanctus, Sanctus, Sanctus
...
En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Dios todopoderoso y eterno.
Pues, para llevar a plenitud el misterio pascual,
enviaste hoy el Espíritu Santo
sobre los que habías adoptado como hijos
por su participación en Cristo.
Aquel mismo Espíritu que,
desde el comienzo,
desde el comienzo,
fue el alma de la Iglesia naciente;
el Espíritu que infundió el conocimiento de Dios
a todos los pueblos,
a todos los pueblos,
reunidos en Jerusalén;
el Espíritu que congregó
en la confesión de una misma fe
en la confesión de una misma fe
a los que el pecado había dividido
en diversidad de lenguas.
en diversidad de lenguas.
Y el mismo Espíritu
que sigue vivificando a tu Iglesia,
que sigue vivificando a tu Iglesia,
e inspira a todos los hombres de buena voluntad
que buscan tu reino.
que buscan tu reino.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual,
el mundo entero se desborda de alegría
y también los coros celestiales,
los ángeles y arcángeles,
cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo Santo Santo....
cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo Santo Santo....