Cuando los que te perseguían, con sus acciones o con su indiferencia, te
dejaron solo, adquiriste la certísima noticia de que ya no están más. Esto es:
estás solo. Comienza por alegrarte y fíjate bien: ahora se abre el panorama de
las infinitas ocasiones de tu potencialidad creadora. Sí, porque el Señor
creará contigo y en ti un camino totalmente nuevo. Quizá no te dará excesivas
comodidades; pero ¿qué más quieres? Es nuevo y más que nuevo: lo pasado ya
pasó. Has descubierto que tu interioridad te abre a la libertad y a lo
inmenso... Que todo lo más bello te es inmediato y familiar. Deja que los
muertos entierren a sus muertos, tú vuelve en paz a tu corazón ■ Ermitaño Urbano http://ermitaniourbano.blogspot.com/