
la Madre de Dios;
cantemos el Ave
a su Concepción.
Ave Ave Ave
Ave Ave Ave .
De luz rodeada,
de claro esplendor,
la Reina del cielo
así apareció.
Un traje vestía
de blanco color,
y el talle ajustaba
azul ceñidor.
Sus pies virginales
desnudos dejó,
y en ellos dos rosas
de eterno fulgor.
-Yo soy la hermosura
que a Dios cautivó,
yo soy toda pura
en mi concepción.
Son siempre los niños
imán de su amor;
a humilde pastora
su gloria mostró.
La Virgen María
sonríe de amor
cuando oye a sus hijos
tan grata canción ■
De luz rodeada,
de claro esplendor,
la Reina del cielo
así apareció.
Un traje vestía
de blanco color,
y el talle ajustaba
azul ceñidor.
Sus pies virginales
desnudos dejó,
y en ellos dos rosas
de eterno fulgor.
-Yo soy la hermosura
que a Dios cautivó,
yo soy toda pura
en mi concepción.
Son siempre los niños
imán de su amor;
a humilde pastora
su gloria mostró.
La Virgen María
sonríe de amor
cuando oye a sus hijos
tan grata canción ■
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